sábado, 22 de octubre de 2016

Crónica jornada 3: Picotas 45 - 47 Basket Botellín

Os voy a proponer una encuesta rápida. Pensad en los dos equipos más sucios de las últimas tres temporadas. Cuando digo sucios no me refiero a los que menos se lavan, ahí ya sabemos quien gana, sino a los que hacen faltas duras e innecesarias, esos que agarran cuando vas a hacer un corte por la zona, o que meten el codo en un rebote con la única intención de hacer daño aprovechando que un solo árbitro no puede verlo todo. ¿Los tenéis? Bien, ahora pensad un momento en los dos equipos de las tres últimas temporadas que más protestan cada acción y más discuten con todo el mundo.
Estoy seguro de que en el 80% de los casos, ambos equipos coinciden. ¿Me equivoco?
Planteo una pregunta más, a ver si opináis como yo: ¿cuál es el equipo de la liga que recibe más técnicas por partido? Si estáis pensando en Picotas ahora pero no aparecía en las listas anteriores, es que algo estamos haciendo mal. O bien no somos conscientes de lo mucho que protestamos y repartimos, o bien nos hemos hecho con un aura de falta de respeto donde los colegiados están deseando que abramos la boca para hacer la señal de la T. Esta cuestión la resolveré más adelante en otro post. Ahora toca hablar del que se está convirtiendo en el nuevo clásico una vez Santa Rita abandonó el distrito.

Y es que antes de que empezara el encuentro, ya se podía mascar un aire de  rivalidad insana, sabedores, quizá, de que el vencedor de este encuentro será el campeón de invierno. Los Picotas demostraron estar a la altura a pesar de las circunstancias, disputando la victoria hasta el último minuto, sin rendirse ante las adversidades, dejándose la piel en cada acción. Pero vayamos, como siempre, por fases.

El partido arrancó como viene siendo la tónica en estos inicios de temporada, poco acierto en ambos lados de la cancha y el marcador 0-0 durante muchos minutos. Un triple del pivot de BB rompía la sequía anotadora, pero no era un buen augurio para su equipo el que el hombre interior tuviera que jugar por fuera. Los Picotas reaccionaron rápidamente y con un parcial de 8-0 le dieron la vuelta a la situación, destacando la buena defensa que impidió que BB anotara durante seis minutos.

En un lance absurdo del juego, el 10 se tiró al suelo para recuperar un balón que tenía perdido, cayendo con la inercia de su peso sobre la tibia de Enrique, que al tener el pie plantado en el suelo, sufrió las consecuencias y tuvo que irse al banco sin poder regresar al partido. Con 8-6 al final del cuarto y sin posibilidad de hacer algún cambio, todo hacia presagiar que iba a ser un partido duro.

Más los de amarillo, que esta vez iban de morado como favor hacia el otro equipo, aunque fueran los locales, supieron aguantar el envite durante el segundo cuarto y mantuvieron la línea defensiva del primero, dejando a sus rivales en sólo 7 puntos. El partido se estaba endureciendo y los contactos dejaron paso a las agresiones con la venia arbitral. Fruto de éstas, David fue sancionado con técnica al gritar tras recibir una falta más no pitada. Sin advertir, sin conversar y sin ser directamente referenciado, al árbitro le apeteció perjudicar al más perjudicado, como hacen los cobardes.

A pesar de todas estas incidencias, los Picotas se fueron al descanso con 7 de ventaja, 20-13.

Pero todo iba a cambiar en el tercer periodo. Los Picotas salieron despistados y permitieron varias canastas fáciles debajo del aro. Cuando intentaron cambiar esta dinámica, el criterio arbitral varió y un jugador se cargó con cuatro personales en el minuto 3, condicionando la intensidad durante el resto del encuentro. Además, la fatiga hacía mella y anotar cada vez estaba más caro.

A falta de 4 minutos, BB ya le había dado la vuelta al marcador y un triple del 16 en la última posesión dejaba el marcador al final del cuarto en 33-38. Los visitantes habían encontrado una vulnerabilidad en el código defensivo de los Picotas y, con la ayuda inesperada de un exploit ajeno, instalaron su propio malware.

El último cuarto comenzó siguiendo los mismos derroteros. Los de morado tenían dificultades para anotar y, aunque BB tampoco encontraba los espacios del tercer cuarto, la diferencia en el marcador continuó aumentando hasta los nueve puntos.

Cuando todo apuntaba a que los Picotas bajarían los brazos, superados por el cansancio y las circunstancias, en el minuto siete recompilaron su kernel para tapar esa vulnerabilidad y cortocircuitaron la capacidad ofensiva de sus rivales, secándolos por completo desde entonces hasta el final.

Los visitantes, ante su incapacidad de anotar, se encomendaron a su defensa para salvar el partido, impidiendo cualquier tipo de acercamiento a canasta a base de faltas masivas –nuevo término acuñado por mi propia instancia para identificar aquella falta producida por dos o más jugadores a un mismo rival en una misma acción-. Poco a poco, a base de tiros libres, los Picotas volvieron a meterse en el partido. A falta de un minuto, la diferencia se había reducido a tan solo dos puntos.

En ese momento, sucedió algo que pudo haber sido la clave del partido. Basket Botellín tenía posesión pero los Picotas consiguieron robar la bola a mitad de cancha. El jugador que había perdido la pelota, se tiró al suelo para intentar recuperarla y ante su imposibilidad, agarró la pierna del jugador de Picotas que había recuperado el balón, impidiéndole su avance en solitario hacia canasta. El árbitro, en lugar de señalar falta antideportiva, lo que hubiera supuesto la posibilidad de darle la vuelta al marcador, prefirió pitar pasos, devolviéndole la posesión a Basket Botellín y con ella, la victoria. El minuto que faltaba transcurrió muy rápido –o se me hizo muy rápido a mí, no puedo saberlo- y los Picotas, sin haber llegado al bonus, no fueron capaces de hacer las faltas necesarias para detener el cronómetro y tener alguna oportunidad más.

El marcador final: Picotas 45 – 47 Basket Botellín. A veces un mal cuarto puede dar al traste con las aspiraciones de toda una temporada. Pero quién nos iba a decir hace algunos años que íbamos a conseguir siquiera pensar en competir contra ciertos equipos, sin entrenar ni hacer nada especial a diario y entrando en picado en las inmediaciones de los 40.

Lo mejor: la capacidad de sacrificio y entrega que demostraron los Picotas durante todo el partido, para superar las adversidades que se fueron produciendo y llegar hasta el último minuto con opciones de llevarse la victoria.

Lo peor: la plaga de lesiones que dejó esta batalla pone difícil la presencia con garantías de al menos 5 jugadores para el siguiente partido, y viene justo en el peor momento de la temporada, cuando los Picotas afrontan su particular cuesta de Noviembre.

La estrella: esta vez sí, David se convirtió en el referente del equipo, secando al número 10 por completo en defensa, mientras que en ataque todos los balones pasaron por sus manos, forzando faltas y lanzando con acierto.

El factor X: Jesús fue el otro pilar anotador de los Picotas, sobre todo en el tercer cuarto, cuando más les costó convertir los ataques en puntos.

Estadísticas: Esta semana puede haber discrepancias entre la realidad y lo anotado debido a que los Picotas iban sin número a la espalda. Los apuntes al número 10 (Enrique) durante los cuartos 3 y 4 que figuran en el acta, han sido agregados en el siguiente cuadro de estadísticas al 16 (Antonio), por no haber disputado el 10 ningún minuto durante estos cuartos.


sábado, 15 de octubre de 2016

Crónica jornada 2: Picotas 61 - 16 Chicago Burbus

Segunda victoria de la temporada y primeras pinceladas de lo que se pudo ver en la segunda vuelta de la anterior. El rival tampoco permitió extraer demasiadas conclusiones. Chicago Burbus, otra de las novedades de este año, está compuesto por un grupo de chavales con la mayoría de edad recién cumplida, que deben haberse juntado para echar algo más oficial que las pachanguitas del parque, y están pagando la novatada tras dos jornadas de apalizamientos. Esperemos que no desistan y vengan a todos los partidos. El objetivo es divertirse, así que si alguien de ese equipo lee esto, desde aquí os animo a continuar jugando y progresando. El primer año siempre es difícil, pero se puede mejorar con trabajo y constancia.

Nada más comenzar el partido se vio que los Picotas eran muy superiores en altura y peso, pero en actitud las cosas estaban más igualadas, y eso, da lo mismo el rival, siempre tiene malas consecuencias. La primera canasta del encuentro fue para Chicago Burbus. Pasados nueve minutos, el marcador mostraba un desconcertante empate a seis. ¿Cómo era posible esta situación? Fácil, cada tiro era un fallo. Los Picotas eran incapaces de anotar incluso debajo de canasta. Falta de concentración, de intensidad o de tacto, el caso es que ni en primeros ni en segundos intentos la pelota entraba. Quizá se deba al gran calentamiento que realizan antes de cada partido. Quizá estaría bien que hicieran una rueda, unos palmeos, unos pases o cualquier cosa que se os ocurra para que todos estén en contacto con el balón y comiencen a sudar. Quizá.

Tras el tiempo muerto, la defensa mejoró  evitando cualquier acercamiento a canasta y gracias a un robo en campo del rival que propició una bandeja a placer contra nadie, los locales maquillaron el marcador, dejándolo al final del cuarto en 13-6.

Con la inercia cogida en el primer cuarto, los Picotas salieron lanzados en el segundo, endosándoles un sangrante parcial de 23-0. Los de blanco solo consiguieron anotar un vez en todo el cuarto, mientras que por los Picotas el juego se hizo más fluido. Hubo alguna transición rápida, se surtió de balones a los pivots ante la superioridad manifiesta dentro de la zona, también penetraciones que descolocaban a la defensa para doblar al compañero libre de marca, que aprovechaba la situación para lanzar con comodidad y anotar. Al final del cuarto, el resultado fue 34-9 y el objetivo de llegar a 60 puntos parecía factible.

Sin embargo, a los de amarillo pareció darles un amarillo, se relajaron, el ritmo fue decayendo. La falta de forma física fue haciendo mella en la velocidad de cada jugada y sabemos por experiencias pasadas que el juego pausado no es bueno para los Picotas. Desde el minuto siete no consiguieron anotar ninguna canasta en juego, tan solo un exiguo tiro libre fue el bagaje conseguido hasta el final del cuarto, dejando el tanteo en 46-13.

Con las ideas no muy claras -decidir entre intentar hacer un último cuarto basado en intentar contraatacar todo lo posible con solo 5 jugadores, para conseguir la mayor renta posible de cara al average general, o parar el ritmo habiendo cumplido ya en los tres anteriores, no es tarea fácil- los Picotas salieron al parqué mentalizados, al menos, en seguir haciendo un buen papel y no irse del partido como pasaba hace algún tiempo.

Por otra parte, Chicago Burbus intentó por todos los medios detener la sangría, y sólo pudieron hacerlo a base de faltas. Pronto se cargaron con 5, de modo que los locales visitaron la línea de personal con frecuencia y moderado éxito, pues los porcentajes estuvieron dentro de lo aceptable para un equipo históricamente pobre desde esa posición y que aún está en pretemporada. Si a esto le sumamos una buena defensa, donde la intimidación dentro de la zona no permitió ningún tiro fácil, nos deja que, al igual que sucediera en el segundo cuarto, un triple fue la única anotación de los de blanco en todo el tiempo.

El marcador final fue Picotas 61 - 16 Chicago Burbus. Los locales conquistaron su objetivo de superar los 60 puntos y los visitantes también, al sumar 16, tres puntos más que la jornada anterior. Así que todos contentos y una nueva victoria en el casillero picotil.

Lo mejor: conseguir una victoria contundente y recuperar sensaciones de cara al encuentro contra Basket Botellín, siempre es positivo.

Lo peor: ocurrieron algunos rifirrafes que no tenían sentido en un partido de este tipo, y se produjeron algunos golpes innecesarios más fruto de la mala coordinación que de feas intenciones.

La estrella: una vez más soy incapaz de destacar la labor de nadie por encima del resto. Cada integrante cumplió con su función y no hubo un claro exponente que sobresaliera sobre los demás. Muy bien el equipo.

El factor X: Sergio se convirtió en todo un coloso en defensa. Sus largos brazos llegaban a taponar cualquier tiro, incluso los exteriores. Gran labor que ayudó a desmoralizar al rival.

Estadísticas:



Crónica jornada 1: C. B. Pozuelo 33 - 45 Picotas

El primer partido de la temporada se presentaba lleno de incógnitas. El rival de esta joranda era C.B. Pozuelo, haciendo su primera aparición en el distrito. Indagando un poco por la red de redes, pude comprobar que hay equipos con el mismo nombre jugando en autonómica y preferente en todas las categorías. ¿Sería alguno de estos equipos semiprofesionales el que se encontraran los Picotas? Una búsqueda un poco más exhaustiva dio como resultado que el año pasado había un C.B. Pozuelo en el distrito de Latina, que quedó octavo en su grupo, así que todos esperábamos que fuera éste y no cualquiera de los otros, el que finalmente compareciera en pista. El aspecto, viendo su calentamiento no era ni de una cosa ni de la otra, pero nunca me gustó prejuzgar a nadie y menos aún por su apariencia.

Por los Picotas, primera convocatoria y primeras bajas: Óscar, que retorna este año después de una temporada en blanco; David Milla, convaleciente aún después de haber expulsado otra megapiedra; y Dani, que causa baja este año por tener otros compromisos, aunque deseamos que esta circunstancia sea pasajera y el año que viene vuelva a su club. Así que, esta vez eran siete los que tenían que dar la talla.

El encuentro comenzó frío, como no podía ser de otra manera, a pesar del calor reinante dentro del pabellón. Pronto se vio que la inactividad pasaba factura y, añadido a los habituales desajustes propios de los inicios de partido, se sumaba la falta de tacto y acoplamiento. La buena noticia es que a los locales les ocurría lo mismo. De modo que vivimos un primer cuarto para el olvido, donde nadie anotó hasta el minuto 5. A partir de esta primera canasta, los Picotas despertaron levemente y le endosaron a su rival un parcial de 0-8, poniendo de manifiesto que C.B. Pozuelo podría sufrir si sus rivales eran capaces de mover bien el balón y corrían un poco.

En el segundo cuarto, los locales apretaron en defensa evitando canastas fáciles y llevando en numerosas ocasiones a la línea de personal a los de amarillo. Este ritmo cansino cortó el conato de despegue y a los de verde les vino bien para tomar un respiro y acercarse en el marcador, que al final de la segunda parte marcaba un preocupante 9-14. Guarismos de un partido mediocre de balonmano.

El contrario daba muestras de poder ser derrotado, pero los Picotas no debían confiarse con una renta tan baja. De modo que la consigna era salir a por todas desde el principio de la segunda parte, intentar abrir brecha a base de contraataques y poder afrontar el último cuarto con mayor tranquilidad. Y así lo aplicaron.

Los ataques se hicieron más fluidos, se produjeron transiciones cada vez que hubo ocasión, entraron varios tiros de media y larga distancia y, poco a poco, la diferencia en el marcador se fue haciendo notable, hasta llegar a la máxima justo al final del cuarto: 17-32. En cuanto la defensa se volvió un poco más activa, todo se hizo más fácil.

Con el encuentro encarrilado, David tenía que marcharse, por lo que los Picotas se quedaban con un único cambio. Sin embargo, los locales aún no habían dicho su última palabra y, sacando fuerzas de no se sabe donde, defendieron en individual a toda pista. Esto, unido con la permisividad arbitral a la hora de enjuiciar los contactos, provocó una serie de pérdidas y canastas fáciles que propiciaron un parcial de 8-0 que los Picotas tuvieron que cortar con un tiempo muerto.

Los de C.B. Pozuelo se habían metido de nuevo en el partido, pero estaba en manos de los Picotas el volverlos a sacar. Un par de canastas de mérito dentro de la zona devolvieron la tranquilidad que supone el sobrepasar la barrera de los 10 puntos de diferencia. Aguantar el ritmo impuesto, para un equipo en la reserva, durante todo el cuarto, era demasiado. A partir de este momento, el partido dejó paso a un bonito intercambio de canastas donde pudimos ver jugadas en las que un pívot se convertía en base, subía el balón desde su canasta hasta la contraria dejando clavados a cuantos defensores salían a su paso, para finalmente asistir en el último momento; pases de 20 metros y triples como respuesta a triples.

El resultado final: C.B. Pozuelo 33 - 45 Picotas. Papeleta solventada con éxito. Primer partido, primera victoria, dudas en el aire, pero ánimos altos. ¿Será ésta la temporada de la consagración de los Picotas en la parte alta de la tabla? 

Lo mejor: comenzar la temporada contra un rival desconocido, después de tanto tiempo de inactividad, nunca es fácil. Mas los Picotas supieron llevarse el partido tirando de oficio y experiencia.

Lo peor: constatar que, un año más, uno de los peores árbitros que han pasado por la liga, continúa haciendo de las suyas por Carabanchel con total impunidad.

La estrella: el juego de equipo. En un partido donde los puntos estuvieron muy repartidos, con todos los integrantes anotando al menos una canasta en juego, algunas figuras destacaron por rachas, pero no hubo nadie que sobresaliera en exceso sobre el resto.

El factor X: en un momento en el que los Picotas sufrían, dos canastas de Inchausti cortaron la sequía anotadora y devolvieron la tranquilidad para encarar la recta final del encuentro con garantías.

Estadísticas:




jueves, 6 de octubre de 2016

Arranca el curso baloncestístico 2016/17

"¿Dónde está la tobillera? Mierda, tendré que jugármela y correr sin ella, espero que no ocurra ningún percance. ¿Tengo que llevar el balón? Pero si está hecho un asco. Bueno, total, si no hace falta, siempre se puede quedar en el coche. Como resbala. Menuda castaña. Voy a hincharlo y así pruebo si funciona bien la bomba. ¡Ostras! ¡Los bidones! Me había olvidado de ellos. Y llevan todo el verano guardados con las babas del último partido. El lavavajillas está vacío, no voy a poner un lavado solo con esto. Bueno, les echo un poco de Fairy y mañana los aclaro. ¿Qué camiseta me pongo? ¿La de Kobe? Está un poco machacada. Mejor la roja que me regaló mi mujer en nuestro aniversario, seguro que alguien hace algún comentario, mis amigos son más frikis que yo si cabe. Está tendida, maldita sea. Bueno, pues esta mismo, que siempre está bien llevar a los Guardian.

Que ganas de que empiece ya esto, leñe. ¿Serán buenos los de mañana? Es en la pista 2, seguro que nos arbitra “alguno de nuestros colegas”. Esperemos que no salga nadie herido. Voy a ponerme dos despertadores, que a veces apago el móvil sin darme cuenta y no me puedo dormir, que somos pocos. Ya queda menos. ¿Se notará mucho el parón? Llevo desde Marzo sin tirar a canasta. Vaya un baloncestista estoy hecho. Tengo que organizarme de alguna forma para sacar tiempo y lanzar unos triples entre semana, pero está todo tan oscuro cuando salgo del curro y si encima llueve, no hay manera. Al final no he escrito nada en el blog. Bueno, la semana que viene, sin falta. Además tendré una crónica que narrar. Las doce y media. Concéntrate en dormir un poco o vas a ir como un zombie. Buenas noches."

¡Hey! Ya estamos aquí de nuevo. Comienza el curso baloncestístico 2016 / 17 y un año más, los Picotas se juntan para dar guerra y sembrar la discordia en los Juegos Municipales. A pesar de que cada año asoma el runrún de cambio de distrito, al final lo que mejor nos viene a la mayoría es seguir donde estamos haciendo lo que hacemos. Así que de nuevo toca verse las caras con viejos conocidos. En algunos casos el reencuentro será feliz, en otros no tanto. Pero lo importante es que a pesar de que cada vez, uno se va sintiendo un poco más viejo, aún nos queda ánimo para seguir dando la lata con nuestro juego anárquico y nuestras ganas de poner patas arriba la competición.

Esta nueva temporada que dio comienzo el pasado domingo -cada año empezamos antes, así no hay quien coja forma- nos depara algunas sorpresas. A primera vista, cuatro equipos de los nueve que hubo, se han quedado fuera -Muñones, Chosen, Picapiedra y Cheerleaders, que os vaya bien allá donde estéis-, dejando paso a cinco desconocidos, de los cuales hablaré según vayan sucediéndose los cruces.

Espero vuestra participación, así que no dejéis de seguir este blog. Ya sabéis que tenéis multitud de canales (Facebook, Twitter, correo electrónico, comentarios en el blog...) para expresar vuestra opinión, sugerir ideas o pedir ayuda si no podéis ver algún contenido. En lo que pueda, estoy a vuestra disposición.

Que empiece el espectáculo.
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