Crónica Fenómenos - Picotas

Esta semana ocurrió un suceso extraño, siendo cinco jugadores y con un parcial de inicio fulgurante de 18-2, todo hacía presagiar que los Picotas se dejarían llevar como en otras ocasiones y Fenómenos se pasearía por la pista campando a sus anchas, y sin embargo sucedió lo contrario: en un arranque de casta y garra, los presentes lo dieron todo, sabedores de que la victoria era prácticamente imposible, pero con ganas de demostrar que no son tan malos como a veces parece.

Esta vez, a pesar de la derrota, puedo decir que fue un orgullo estar en la cancha viviéndolo en primera persona y que al acostarme, me sentía a gusto conmigo mismo por haber peleado hasta la extenuación.

El encuentro se podría decir que tuvo dos partes, los primeros siete minutos en los que Fenómenos anotó todo lo que tiró sin error mientras que Picotas sólo conseguía una solitaria canasta, y el resto del tiempo, en el que las cosas se igualaron y se vio un partido bonito, con circulación del balón por parte de ambos equipos, con contraataques y sin agrias trifulcas a pesar de la excesiva permisividad arbitral.

El primer cuarto comenzó con un dominio apabullante de Fenómenos. El jugador de raza negra más delgado de los dos que integran su platilla desarbolaba la defensa zonal planteada a base de velocidad en el primer paso y anotaba canastas de mucho mérito desde posiciones intermedias. Por su parte, los Picotas intentaban mover el balón hasta conseguir buenas posiciones de tiro, pero la pelota no entraba y el rebote caía siempre en manos de los locales, más activos y mejores físicamente, propiciando algunos rápidos contraataques y canastas fáciles. El cuatro enchufaba dos triples con un defensor punteando el tiro que les otorgaba una ventaja de +16.

Los hermanos Milla fueron los más certeros de cara al aro. Sergio anotó 6 puntos seguidos con canastas desde corta y larga distancia, además de dos tiros libres. David lo hacía mediante una media entrada marca de la casa y un tiro exterior después de un movimiento fluido del balón, pasando por todos los jugadores hasta encontrarle libre de marca.

La desgracia se cernía sobre un gafado Enrique, que después de no poder disputar el partido contra Sin Nombre con la camiseta genuina picotil, la blanca de toda la vida, por incomparecencia del rival, llegaba a este encuentro sobreexcitado y con ganas de hacer un buen papel y en el primer cuarto tenía que sentarse en el banquillo lesionado para no volver a saltar al parqué, dejando a su equipo sin posible recambio para David, que el lunes iba a ser ingresado para extirparle una piedra del riñón y no quería disputar demasiados minutos.

El parcial final fue 22-10, poco para lo visto en primera instancia.

Ya en el segundo cuarto, Óscar sacó a relucir su excelsa muñeca para empezar con un triple, rápidamente contestado por el 14 con otro y una jugada de dos más uno. Alberto, haciendo las labores de base durante todo el encuentro, culminó una rápida transición y Sergio acercaba un poco más a los Picotas. Pero de nuevo un parcial de 7-0 a favor de Fenómenos en cuatro minutos les ponía 22 puntos arriba, la máxima ventaja del partido. Óscar cortaría la racha con una canasta desde el lateral de la zona y un triple para dejar el marcador al descanso 39-22.

Al comienzo del tercer cuarto, el árbitro se decidió a pitar alguna falta más y los Picotas lo sufrieron entrando en bonus prácticamente en la misma jugada. Tres palos sancionados, rigurosos pero evitables, fruto del cansancio y de defender con los brazos en lugar de con el cuerpo y las piernas. Mas en un partido con tanto ritmo y con tan escasos efectivos, ir a la línea de tiros libres con mayor frecuencia no es una mala opción para descansar un poco.

Inchausti, hasta ahora más centrado en labores defensivas, se atrevía a aprovechar el espacio desde un saque de banda para acercase botando el balón, parar a un tiempo y anotar limpiamente. La producción de Fenómenos se estancó hasta el punto de no anotar en los últimos cinco minutos del cuarto, circunstancia que los Picotas pudieron aprovechar para endosarles un parcial de 9-2 merced a los puntos conseguidos por Óscar, Sergio e Inchausti. 49-35 y victoria parcial de los Picotas en el cuarto para demostrar que aún no estaban acabados.



Aunque agotados, a los Picotas aún les quedaba algo de fuelle para pelear cada balón. Alberto aportó una de sus rachas primero finalizando un contraataque en solitario saliendo disparado tras un rebote capturado por Jose, después anotando un triple desde el lateral y finalmente, tras cortar un pase y pelear un balón dividido, encarando el aro, anotando y sacando la falta, después de zafarse de cuantos defensas salieron a su paso en una embarullada jugada que, por coincidencias de la vida, quedó inmortalizada para la posteridad en el siguiente vídeo.


Con los ánimos aún en todo lo alto, otro triple de Óscar, el cuarto en su haber, rompía la psicológica barrera de los diez puntos poniendo a los Picotas a nueve y haciéndoles pensar que era posible dar la campanada. Mas el sueño duró sólo un ataque, pues en la siguiente jugada el número 11 daba la réplica y echaba por tierra las pocas esperanzas que quedaban. Los de azul no volverían a anotar en los últimos dos minutos y a Fenómenos les quedó tiempo para aumentar su renta con un par de tiros libres.

El resultado final: Fenómenos 61 - 47 Picotas.

Se cometieron errores, es cierto. Hubo muchos rebotes que capturaron hasta los más bajitos porque los Picotas no supieron cerrarlos. Alguna pérdida de balón por no asegurar los pases. Todo eso es verdad y no se puede obviar. Pero en términos generales, yo me quedo con la lucha y la entrega, con la capacidad para concentrarse y no dejar que se fuera el partido, convirtiéndolo en un correcalles sin sentido. Y sobre todo, con el esfuerzo.

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