Además, los Picotas recordaron por momentos sus orígenes, haciendo lo que mejor saben, y a base de rápidos contraataques, consiguieron una ventaja al final del segundo cuarto que administrarían e incluso aumentarían durante el resto del partido.
Pero vayamos por partes analizando qué sucedió en cada cuarto. El encuentro no podía comenzar de mejor manera: Antonio ganaba el salto inicial impulsando el balón hacia delante donde Jesús estaba esperándolo para irse directo al aro y anotar de dos mientras recibía la falta y convertir después el tiro libre. No obstante, Power Rangers con dos triples del número 4 pronto dejó claro que no iba a vender barata su derrota y con un rápido parcial se pusieron por delante 7-11, momento en el que los Picotas pidieron un tiempo muerto para poner en orden su defensa, el principal agujero por el que se encontraban en desventaja. Viendo que el juego interior estaba completamente controlado, cambiaron acertadamente a zona 3-2 y la mejora fue sustancial. Parcial de 7-0 en dos minutos para dejar el marcador al final del cuarto 14-11.
Sin embargo, el inicio del segundo cuarto sembró de nuevo la semilla de la duda. Los Picotas perdieron varios balones absurdos, con pases a nadie o telegrafiados, lo que permitió que Power Rangers anotara completamente libre de marca. Otra vez se ponían tres abajo en el marcador y a base de tiros libres estaba claro que no iban a obtener mucho beneficio. Llegó la hora de ponerse serio, de bajar el culo y defender con ganas y con 18-21 en el minuto siete, los Picotas no dejaron que los de negro anotasen más. Antonio lanzaba el contraataque como si de un base se tratase y Alberto corría todas las veces para finalizar algunos y asistir en otros. El demoledor parcial de 13-0 que les endosaron ponía una ventaja de 10 puntos y les animaba a continuar por esa senda.
A la vuelta del descanso las cosas siguieron igual. Alberto se había convertido en el ejecutor de las rápidas transiciones propiciadas por la buena actividad defensiva y la ventaja se ampliaba. Pero el árbitro, que hasta entonces había pasado desapercibido, cambió su baremo y los leves contactos que antes no habían sido nada, ahora eran sancionados con faltas, así como los dudosos pasos pitados con anterioridad ahora se convertían en los de balonmano, deporte en el que se permiten dar tres. Esto propició que Power Rangers cogiese algo de aire y el partido se trabara en una sucesión de tiros libres, haciendo caer la anotación. Aún así, el cuarto finalizó con 40-28 y la sensación de que ya estaba todo el pescado vendido.
Por si acaso, nada más empezar el último cuarto Inchausti anotó siete puntos seguidos que incluyeron un semi-alley-hop y un triple que pilló a todo el mundo desprevenido. Los de azul alcanzaban la máxima ventaja de 19 y se permitieron relajarse en defensa, momento que coincidió con las mejores rachas de acierto del equipo visitante, anotando desde todas posiciones ante la pasividad rival. David cortaba cualquier viso de reacción con seis puntos consecutivos.
En el posterior intercambio de canastas y correcalles en que se convirtió el final del partido, Sergio y Óscar sumaron para su equipo, mientras que Alberto completaba una jornada redonda con un par de penetraciones que dividieron la defensa visitante.
El resultado final: Picotas 65 - 53 Power Rangers. Bonito partido y victoria. Esta vez no hubo broncas ni juego sucio, tal vez porque el "amigo" de Jose no vino y por algún otro más que ya no está. Quizá el único pero pudiera ser la relajación mostrada en el último cuarto y la falta de intensidad en el primero y el principio del segundo, algo que pueden pagar caro contra otros rivales de mayor entidad, como podéis leer en el resumen de la semana pasada contra Fenómenos o como podría sucederles ésta contra Basket Botellín.
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