El verano es una época ideal para dar paseos. Bien sea en unas vacaciones en la playa, yendo por el paseo marítimo que suele tener cada pueblo y ciudad costera, o bien en la montaña, donde se pueden realizar cantidad de rutas de diferentes niveles de dificultad además de disfrutar de aire puro que limpiará nuestros pulmones de la cantidad de impurezas respiradas en Madrid. Incluso si salimos fuera a conocer otros países, lo normal sería patearnos estas ciudades para conocerlas a fondo en el poco tiempo que disponemos.
Es cierto, caminar es un buen ejercicio, pero dependiendo de nuestras capacidades, quizá se nos quede corto. También hay que tener en cuenta que estas actividades solemos realizarlas en compañía de nuestra familia, lo que retrasa el ritmo e impide que la andadura sirva para algo más que el simple hecho de moverse.
Aquí os propongo un par de nuevas formas de no anquilosarse sin realizar un esfuerzo sobrehumano y de una forma divertida.
Si nos encontramos en la playa, tenemos largos paseos marítimos por recorrer. Es un espacio perfecto para ir con nuestros patines a dar una vuelta. El camino suele ser llano y bien cuidado, ya que es un gran atractivo turístico, por lo que no nos encontraremos con excesivos baches. Sé que parece un poco yankee el asunto, pero si olvidamos "Los vigilantes de la playa" en los que siempre salen tías en bikini patinando por las playas, y nos calzamos unos patines en línea, pronto nos daremos cuenta de que es más divertido de lo que parece. Y si encima no tenemos ni idea de patinar, aún mejor. Si no lo habéis hecho nunca, os lo aconsejo. Mantenerse no es tan complicado como podríamos pensar en un principio. Luego, si queremos depurar nuestra técnica, eso ya va en función de cada uno y del tiempo que se le quiera dedicar. Lo que os daréis cuenta después, cuando hayan pasado unas horas, es que por la tensión acumulada y por la cantidad de músculos que trabajan a la hora de patinar, sobre todo en las piernas (cuádriceps, isquiotibiales y glúteos principalmente), porque os dolerán bastante aunque hayáis conseguido no caeros. Pero es que además, también se trabajan abdominales y lumbares, en tensión para regular el equilibrio y mantener la espalda erguida. Incluso dorsales y trapecio entran en juego con frecuencia.
Así que cuando penséis en los patines, me gustaría que no os acordaseis sólo de las tetonas en bikini y también os dierais cuenta de que constituye un ejercicio muy completo y entretenido.
Otra de las cosas que solíamos hacer cuando éramos más jóvenes y llegaba el calor, era poner a punto nuestras bicicletas y echarnos a la calle a disfrutar de la velocidad y la aventura que no podemos realizar a pie. Estas buenas costumbres no deberían caer en el olvido. Ya estemos en la playa, en la montaña o en nuestro barrio, ahora que hace sol pero corre una brisa fresca es un gran momento para coger nuestras bicicletas del trastero, desempolvarlas, hincharles las ruedas, ajustarles los frenos y tenerlas listas para ir con ellas a todas partes. Desde salir a comprar el pan hasta perdernos por la montaña en infinidad de rutas. Para los que estén en Madrid, hay muchos parques donde podemos ir a pedalear, además de un anillo ciclista, que recomiendo hacer de día y siempre acompañado, si es que queréis conservar vuestra bici, cartera y gallumbos.
Para aquellos que sufren de tobillos y rodillas castigados, es un buen ejercicio que los fortalecerá sin dañarlos, ya que el esfuerzo se realiza con la fuerza de los gemelos y los cuádriceps en mayor parte, pero sin poner en peligro las articulaciones por malas caídas o excesivo peso recayendo sobre ellas. Eso sí, no os paséis con los kilómetros o con el esfuerzo, pues vuestra capacidad de salto puede verse afectada y dado el deporte que practicamos con más frecuencia, podría mermar nuestras ya denostadas cualidades.
Ánimo. El fin del verano está cada vez más cerca y hay que aprovechar estos momentos para salir y hacer actividades al aire libre que nos saquen del sedentarismo.
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