En el primer cuarto los Picotas salieron con la lección aprendida del primer partido. La consigna era evitar que los dos jugadores franquicia de los Bobcats anotaran con facilidad. Aunque salieron en zona, la defensa estaba especialmente atenta a estos dos, llegando a todos los tiros y abriéndose para estar más cerca, lo que produjo algunos claros que supieron aprovechar con penetraciones. No obstante, la estrategia funcionaba. En ataque, Alberto tomaba la iniciativa lanzando mucho y anotando no tanto. También Dani realizó un par de buenas acciones penetrando y buscando unos tiros complicados que entraron las dos veces. Las sospechas comenzaban a rondar por las zonas, pues allí no se pitaba nada. Al final del cuarto el marcador estaba en un igualado 13-12.
Los Picotas saltaron a la cancha en el segundo cuarto más relajados en defensa y el 10 supo aprovechar el despiste para comenzar a anotar desde fuera y también desde dentro. En ataque estaban atascados. Dani intentaba buscar con insistencia el pase directo debajo del aro debido a la defensa adelantada que presentaban los Bobcats, pero era una asistencia muy complicada y la mayoría de las veces era cortada antes de llegar a su destino. Tuvo que ser David quien con una entrada y un triple cortara la sequía anotadora. Sin embargo, a esas dos acciones se limitó el marcador de los Picotas. 18-21 al descanso, un resultado aceptable para lo visto en este cuarto. La anécdota estuvo en la pelea que mantuvieron el 9 y Javi. Los continuos empujones que se propinaron el uno al otro fueron sancionados con 3 segundos en la zona. Lamentable.
Para el tercer cuarto de nuevo había que evitar la relajación en defensa que produjera tiros fáciles. Pero el 10 no salió hasta el final del cuarto y los Picotas se aprovecharon dominando el juego interior, donde nuestro 4x4 cogió bastantes rebotes y buenas canastas bajo el tablero. También Papadopoulos anotaba haciendo su típica jugadita. A pesar de que los Bobcats sólo anotaron 5 puntos en el cuarto, los Picotas no consiguieron aumentar la ventaja a más de dos puntos, 28-26. Todo se decidiría en el último cuarto.
Truchón salía con las pilas puestas y anotaba su enésima entrada. El 5 también penetraba fácil ante el despiste de los Picotas, reduciendo la ventaja. El tiempo pasaba rápido y las imprecisiones comenzaban a pesar en el marcador, pero de nuevo David conseguía anotar, sacar falta y encestar el libre adicional, poniendo la máxima ventaja en el marcador (33-28), que obligó a los Bobcats a pedir tiempo muerto. Durante éste se especuló con controlar un poco más, hacer posesiones largas y no perder balones, es decir, hacer algo que nosotros no sabemos hacer. Nada más salir, el 10 se jugaba un triple con un defensor encima y lo anotaba. Bien por el cansancio o por el bloqueo mental que supuso llevar el marcador a favor a falta de tan pocos minutos, los Picotas no se movían en ataque y la pelota tampoco circulaba. La controversia estaba en si es necesario moverse para empezar a mover la pelota o si es mejor mover la pelota para empezar a moverse. Lo normal dice que si la defensa es individual se hace lo primero y si es en zona 2-3 lo segundo, pero eso ya son cuestiones tácticas que no vienen al caso.
Lo que ocurrió es que en los últimos tres minutos los Picotas no anotaron y los Bobcats se pusieron uno arriba en el marcador a falta de 20 segundos y con la posesión a su favor. Aquí los Picotas pidieron tiempo muerto y acordaron defender en individual y hacer una falta rápida para parar el crono. Lo dijeron en voz alta desde el banquillo: "Sólo agarrar, no queremos antideportiva, así que ojo". El árbitro sabía lo que iban a hacer, por lo que resulta aún más increíble lo que sucedió. Bobcats sacó desde el medio, nada más recibir Intendente se echó encima, David realizó el dos contra uno y robó el balón, saliendo a toda pastilla hacia la canasta rival. Durante su camino, los encrespados Bobcats le persiguieron con el axioma de que no consiguiera anotar, pero se les fue de las manos y cometieron una falta brutal que pudo haber acabado con la cabeza de David estampada contra la pared y posiblemente con la de alguno de ellos también. Demasiado peligro para un partido de barrio en el que no nos jugamos nada. Como consecuencia de esta acción, el banquillo de los Picotas al unísono saltó a la pista, no sé muy bien si para atacar en una posible trifulca o para comerse al árbitro, que tan solo había pitado falta. El caso es que los Bobcats le protestaron porque los jugadores del banquillo habían saltado al campo y éste accedió como un cordero pitando técnica. Como la falta se anula con la técnica, no se tiraron tiros libres, pero la posesión fue a parar a Bobcats. En 2 segundos habíamos pasado de tener el partido perdido, a ganado y de nuevo a perdido.
La idea seguía siendo la misma: falta rápida. Esta vez sí la pitó. La responsabilidad caía en manos del 14, inédito hasta el momento. No parecía una mala opción teniendo en cuenta las posibilidades que había. Pero en el baloncesto todo es posible. Con mucha tranquilidad anotó el primero y después el segundo. Los Bobcats se ponían tres arriba y los Picotas se tenían que jugar un triple. Bobcats presionaba todo el campo. Rafa sacó de fondo. Alberto subió la pelota hasta el medio del campo, cuando la defensa se hizo más fuerte le pasó a David que llegó hasta la línea de triple, pero le cerraron bien haciendo un dos contra uno. David devolvió de nuevo la pelota a Alberto que se encontraba solo en la frontal, un poco ladeado. Era el momento deseado tantas veces. La posibilidad de conseguir la redención después de una mañana aciaga en lo que a triples se refiere. Observó lo solo que estaba y no lo pudo creer. Vio como saltaba un jugador a intentar taponarle desde el lateral, pero era demasiado tarde. La pelota ya volaba por los aires en busca de la red. La fuerza era la adecuada... pero la dirección no. No entró. Esta vez la seda fue esparto. El rebote lo recogió Rafa, quien lanzó en vano, y el balón tampoco entró.
Una vez más, los Picotas perdían contra los Bobcats en un partido que estuvo muy igualado de principio a fin, pero en el que podrían haber sucedido graves problemas por culpa de un árbitro inepto que no sabía ni lo que pitaba ni cuando lo pitaba. Y me da pena, porque los Bobcats parecen buena gente, con los que se pueden hablar las cosas sin necesidad de llegar a los insultos. Tal vez por eso no sucedió nada. No por el árbitro, desde luego que no.
Estadísticas:
| Puntos | Triples | TL Anotados | TL Intentados | % TL | Faltas |
4. Inchausti | 4 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 |
5. David | 12 | 1 | 1 | 1 | 100 | 2 |
8. Rafa | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 4 |
9. Dani | 9 | 0 | 1 | 2 | 50 | 1 |
10. Enrique | 2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 |
11. Alberto | 5 | 0 | 1 | 2 | 50 | 0 |
12. Javi | 2 | 0 | 0 | 2 | 0 | 1 |
15. Sergio | - | - | - | - | - | - |
24. Arrojo | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 |
34. Dani Elez | - | - | - | - | - | - |
69. Péctor | - | - | - | - | - | - |
TOTAL | 34 | 1 | 3 | 7 | 42% | 11 |
3 comentarios:
Voy a hacer un comentario en defensa de un colectivo al que todos insultamos y todos echamos la culpa de nuestras desgracias. Si hay juego violento creo que no es en ningun caso atribuible al arbitro porque no es este el que esta ejercientado dicho comportamiento reprochable en cualquier caso, sino que son los propios jugadoreslos que son a mienteder los unicos culpables de ello y ademas creo que nadie deberia comportarse asi en un campo de juego y mucho menos, compo dice muy acertadamente nuestro gran cronista Alberto, sin jugarse nada y sin otra intencion que la de pasar un buen rato con unos amigos y disfrutar del deporte.
Ademas los arbitros de Carabanchel en concreto, por ser este el distrito que nos atañe y nos afecta a todos, cobran fatal y con una tardanza exagerada, con lo ual es de agradecer que todavia haya gente que sededique a estos menesteres de una forma altrista y con gran aficion,y soportando por estas circunstancias a verdaderos borregos que se creen que el arbitro esta alli para escchar toda la sartya de tonterias que suelen oir y la desalmados que llegan incluso a rozar el delito con diferentes ilicitos penales, tales como amenazas, agresiones e injurias y calumnias de distinta indole y sin justificacion ninguna.
Asi que desde aqui ruego a todos los que leeis esta gran pagina, mantegais respeto a esta aficion-profesion, y que si alguno se cree capaz de poder insultar a alguien y capaz de juzgar tan abiertamente a un arbitro, yo le invito a que se cuelgue un pito y se ponga una camiseta y ejerza la funcion y despues vea, si es facil o difiil y si merece la pena ser un autentico energumeno y si le quedan ganas de seguir protestando.
Desde aqui animo a cualquiera a hacerlo, cuando quiera y tambien aprovecho para dar animosa los Picotas y a decirle que sonmos los mejores, ademas y nuevamente felicitar al invertor de esta pagina tan buena y tan bien hecha.
En respuesta al comentario anterior.
Alguien pretende que se evite juzgar al juzgador. Eso es como decir que se respete la vida privada de los periodistas del corazón. No lo entiendo. La libertad de expresión viene recogida en la constitución "el derecho a equivocarse" (único argumento que usan estos pseudoprofesionales cuando la cagan) no lo he visto por ningún lado. Bien es cierto que sería preciso mantener las composturas, la urbanidad o las buenas costumbres con todo el mundo pero no es menos cierto que hay mucha gente que juega con todo el ahinco del mundo y tiene que hacer auténticos sacrificios para poder jugar ese partido. Hasta ahí no habría nada que reprochar.
La gran falacia del razonamiento se produce cuando alguien pretende justificar todo esto porque "...(si alguien es) capaz de juzgar tan abiertamente a un arbitro, yo le invito a que se cuelgue un pito (No, gracias. Yo ya llevo uno colgado) y se ponga una camiseta y ejerza la funcion y despues vea, si es facil o difiil"
Eso mismo habría que decírselo a las víctimas de negligencias médicas, a los que tienen obras en su casa, o a los que montan en aviones con asiduidad. ¿alguien se imagina que no se le pueda reprochar a un médico una mala intervención porque eso es tan difícil que nos pueda decir: métete tú a médico? o a un albañil que hace una mala casa que nos dijera "hazla tú, a ver quien la hace mejor" o a un piloto de avión que estrellado un pasaje "soy humano, yo también tengo derecho a equivocarme"
TODO PROFESIONAL HA DE SER RESPONSABLE DE SUS ACTOS EN EL EJERCICIO DE SUS FUNCIONES. REPITO: ¡TODO!
Que son aficionados-profesionales, salta a la vista. que son coorporativistas, exactamente igual que los médicos, que se taparán las vergüenzas unos a otros hasta la saciedad. Para muesta, un botón. Que cobran mal, todos creemos que deberíamos cobrar más de lo que cobramos.
Estos señores juegan con la ilusión de mucha gente y no lo saben, y si lo saben parece que les da bastante igual. Mi consejo desde aquí es que hay que tratarlos mejor de lo que se merecen, hagamos del señorío nuestra seña de identidad siempre que nuestras bajas pasiones no sean más fuertes que nosotros mismos. Apoyemos. Corrijamos.
En definitiva, respetemos ¡Y HAGÁMONOS RESPETAR!
Las vacas sagradas como mejor están es a la brasa.
Besos para todos. mua!
PI-CO-TAS
Héctor
Me encanta ver como "Lazaros" y "El Hombre que no sabe que existen los pantalones cortos" elevan el nivel intelectual de esta nuestra página con sesudas discusiones sobre el colectivo arbritral.
Bueno, yo voy a tirar por el camino de en medio, es decir, entiendo perfectamente lo que dice Jose aunque estoy de acuerdo con Héctor en que los argumentos de nuestro 5 son bastante peregrinos y no hay por dónde cogerlos.
Lo único que tengo claro es que protestar de forma muy exagerada o reiterativa no sirve absolutamente para nada. Por mucho que nos quejemos no van a empezar a mejorar su arbitraje por obra del espíritu santo. Por otra parte, creo que tampoco pasa nada por soltar de vez en cuando algún "¡Pero no, hombre, no!" o cosas así en el momento en el que toman una decisión claramente errónea (cosa que suele pasar frecuentemente, por cierto).
En conclusión, cuando estás sudando la gota gorda por tu equipo te jode que el árbitro se equivoque pero no podemos dejar que el cabreo nos dure más de 3 segundos porque no vale la pena.
Que Dios os bendiga.
Padre Benito
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