Trabajada victoria la que obtuvieron los Picotas está jornada, demostrando que poco a poco van cogiendo el ritmo de competición. Era la primera vez que se enfrentaban a San Cristóbal 69ers, equipo del que apenas habían visto unos minutos, pero que mirando los resultados en la clasificación, apuntaba a que no iba a ser fácil cosechar los dos puntos.
El primer cuarto comenzó con un parcial de 0-7 a favor de los Picotas, que lanzaban con acierto tanto desde dentro como desde fuera. Pronto, San Cristóbal se repuso, devolviendo el parcial en escasos dos minutos. Mucho tuvieron que ver las constantes pérdidas de balón, con pases a ninguna parte o a jugadores bien cubiertos, algo que habrá que pulir de cara a sucesivas jornadas. Un nuevo triple volvió a dar ventaja a los de morado, dejando el marcador al final del cuarto en 7-10.
En el segundo cuarto el equipo se descompensó atrás y San Cristóbal aprovechó la coyuntura para ponerse por delante. El ataque no funcionaba mejor que la defensa. Los locales subieron sus líneas haciendo más difícil la circulación del balón y, demasiado estáticos, los Picotas no encontraban buenas líneas de pase. El partido se trabó con la señalización de varias faltas inexistentes, algunas de ellas demasiado claras como para pensar en un error. El largo tiempo que estuvo el balón parado evitó que San Cristóbal se distanciara. Aún así, se fueron al descanso tres arriba, 18-15.
Fue en este momento cuando Sergio fue a pedir explicaciones al árbitro por una falta que le había sancionado en un choque donde él además se llevó la peor parte. Una pugna por un balón que no era posesión de nadie y en la que, si alguien cometió falta, desde luego no fue el 15. Una vez más, el árbitro fue incapaz de dar explicaciones sobre lo que había señalizado, la conversación dio paso a una técnica, seguida de otra que acabó con la descalificación de Sergio. Hecho del que pocos se enteraron por lo extraño de lo sucedido y que diezmaba peligrosamente el juego interior de los Picotas.
Imagen del absurdo al tener que abandonar el banquillo tras las dos técnicas |
Sin embargo, como sucede en muchas ocasiones, un suceso adverso sirve para despertar del letargo y, lo que en un primer momento parece ser una mala noticia, se convierte en acicate para darle la vuelta a la situación.
Apretando las clavijas en defensa, los Picotas evitaron canastas fáciles y consiguieron salir en contraataque. El ritmo del partido se hizo más fluido, lo que beneficiaba a los visitantes, pero San Cristóbal no le perdía la cara al encuentro y bien tirando desde fuera, bien penetrando hasta el medio de la zona, volvía a darle la vuelta al marcador. Fueron momentos de incertidumbre en los que no había un dominador claro del juego. Hasta que tras un parcial de 0-6 y un triple posterior, los Picotas se adelantaban de seis a falta de un minuto para terminar el cuarto, aunque San Cristóbal volvía a acortar distancias para irse al descanso 30-33.
Sin embargo, los Picotas habían encontrado la dinámica para llevarse el partido. Tenían el ritmo y no lo dejaron escapar. Primero contestaron con un triple y un rápido contraataque a un tiro de 6,25 convertido por San Cristóbal. Después, les secaron durante eternos minutos, en los que los de amarillo no consiguieron anotar un solo punto, recibiendo además un parcial de 0-8 que dejaba casi sentenciado el partido. Y ya en los últimos minutos, siguieron viendo el aro con acierto para poner un marcador final de San Cristóbal 69ers 38 - 53 Picotas.
Incidencias: en un choque por la disputa de un balón, Sergio salió lesionado en la zona de las costillas. Aunque no hay fisura, se estima que esté un mes de baja. Ese encontronazo sería el inductor de su expulsión.
Arbitraje: malo tirando a nefasto. Pitó muchas faltas que claramente no lo eran y dejó sin sancionar otras demasiado evidentes como para pensar que de verdad no las hubiera visto. Tampoco mantuvo un criterio durante todo el partido, sembrando de dudas a los jugadores, que no sabían dónde colocar el listón del contacto en cada acción. Poco comunicativo, expulsó a Sergio por solicitar explicaciones sobre la falta sancionada cuando recibió el golpe anteriormente mencionado. Pasan los años y no gana experiencia. Otro claro exponente de quien está ahí para llevarse la pasta sin importarle su oficio.
Lo mejor: haber tenido que sufrir y ponerse serios para conseguir la victoria y haberlo hecho con ánimo e ilusión.
Lo peor: la lesión y posterior expulsión de Sergio, que deja a los Picotas en cuadro en el juego interior de cara al próximo partido.
Estadísticas:
1 comentarios:
Gran crónica Al. La parte de arbitraje la has clavado y añadiría que el "árbitro" es un caradura.
Publicar un comentario