Jornada 14: Picotas vs Los Masillas

Todos los humanos tenemos nuestro antagonista. Esa persona que saca lo peor de nosotros, que nos vuelve irascibles, que nos despierta un odio irreprimible y hace que deseemos que le sucedan acontecimientos a cual más atroz con tal de ver el sufrimiento reflejado en su rostro. Bueno, esto último tal vez sea demasiado, pero supongo que está en nuestra naturaleza el sentir esa animadversión hacia gente contra la que tenemos que lidiar en el día a día y que tienen esa forma de ser que tanto nos desagrada. A mí me ocurre con Ricky Rubio, es verle esa nariz y me entran unas ganas de aplastársela con un ladrillo que no os podéis imaginar. A Enrique le pasa con el Bigotitos, el líder de Los Masillas, que en esta ocasión y siempre desde mi punto de vista, estuvo bastante comedido, no protestó todo lo que nos tiene acostumbrados y aunque acaparó mucho juego, no echó la culpa de sus pérdidas a los árbitros, sino que reconoció sus errores en la mayoría de los casos. Curiosamente, Enrique no ha podido enfrentarse a su antagonista esta temporada, ni en la ida ni en la vuelta.

Pero no estamos aquí para hablar del Bigotitos, más bien lo que os apetecerá será leer lo que aconteció hace dos domingos, en el partido que enfrentó a Picotas contra Los Masillas. Antes de entrar en materia, os lo puedo resumir en pocas palabras: acierto en el tiro exterior, buena defensa y rápidas transiciones. No quiero decir que no hubiera juego interior, es sólo que con 7 triples de no muchos más intentos, la atención se centró esta vez en la parte de fuera. Veamos qué pasó.

De nuevo, con únicamente cinco minutos de calentamiento, ambos equipos tuvieron que hacer frente al frío que imperaba en la cancha. Y como no podía ser de otro modo, el partido comenzó frío. Tuvo que romper el hielo David, de regreso de tierras más cálidas esperemos que para bastante tiempo, con una jugada de dos más uno. Bigotitos acaparaba todo el juego de Masillas y también todas las pérdidas. Alberto, encadenando tres acciones positivas, le sacaba una falta en ataque, en la siguiente, anotaba de dos y acto seguido finalizaba un rápido contraataque recibiendo la falta, aunque la pelota no entró. Los Masillas fallaban un tiro tras otro, pues se veían obligados a tirar en malas posiciones merced a la buena defensa local. Sergio anotaba un tiro desde la frontal, superando con facilidad a sus rivales. Su hermano recibía el balón después de moverlo de un lado a otro para clavar un triple. Al final del cuarto, 13-9. Poca ventaja para la superioridad exhibida hasta el momento.

En el segundo cuarto David M. seguía demostrando que cuando recibe en buenas posiciones puede ser letal de cara al aro. Así, anotó desde cinco metros. Alberto también estaba muy acertado, enchufando dos triples de dos intentos en este cuarto. Los Masillas intercambiaban canastas, pero salían perjudicados al fallar tiros libres. Rafa ponía el punto 26 al encestar encarando el aro entre varios defensas, pero unas perdidas en los últimos minutos permitieron que los Masillas redujesen la diferencia a 7 puntos: 26-19 al descanso.

El tercer cuarto, que solía ser el de las pájaras, este año está resultando ser en el que se rompen los partidos a favor de los Picotas. La verdad es que no me he parado a comprobarlo, pero presento mi teoría por si a alguien le parece bien debatirla: "Cuando los Picotas anotan más de 15  puntos en el tercer cuarto, ganan el partido". Esta vez el vendaval ofensivo no se centralizó en nadie en particular, los Picotas funcionaron como equipo y encontraron el acierto que otras veces no llegó. Las tres primeras jugadas fueron tres triples, uno de Alberto y dos de Óscar. David aportaba velocidad y culminaba un contraataque con sencillez. Antonio recibía cerca del aro y levantaba imponiendo su superioridad en altura. Los Masillas intentaban seguir el ritmo y aunque plantaban cara, por cada dos puntos que anotaban, recibían tres o cuatro. Inchausti fallaba dos tiros libres, comenzando la mala racha que perduraría en el último cuarto. A falta de un minuto para el final, David encestaba cuatro puntos para darles una cómoda ventaja. 45-29 y prácticamente el partido sentenciado.

El cuarto periodo fue más denso. El acierto de cara al aro se diluyó, también por el exceso de cortes que hubo en el juego. Los Masillas decidieron cortar cada ataque con faltas y los Picotas no estuvieron bien desde la línea de 4,70. Alberto falló dos y Antonio tres casi de manera consecutiva. A pesar de todo, hasta el minuto seis Los Masillas no consiguieron anotar y los Picotas ya habían aumentado la diferencia en el marcador hasta los 20 puntos. Sergio ponía la máxima en uno más en la siguiente jugada. La pequeña reacción de los Masillas, motivada más por la relajación defensiva que por el buen hacer de éstos, se vio truncada cuando tras una protesta airada y fuera de tono, el Bigotitos recibía la técnica nuestra de cada día. Arrojo fue el elegido para lanzar los tiros libres, pues durante el descanso había convertido unos cuantos en el calentamiento, pero la mala suerte también se le había contagiado y los dos salieron escupidos de dentro. Óscar anotaba otro triple y Sergio a la altura del tiro libre. En la penúltima jugada, el 5 convertía un triple a tabla para reducir la distancia a los 16 finales, pues los Picotas no atacarían en la última, dando por finalizado el partido.

El resultado: Picotas 56 - 40 Masillas. Buen partido, vistoso, con contraataques y acierto en el tiro, poniendo el listón de triples anotados en un encuentro en 7, y con buenos porcentajes.

Estadísticas:

JUGADORES	PUNTOS	TRIPLES	TLA	TLI	%TL	FALTAS
1. David Milla	7	1	0	0	0	1
2. Dani
4. Inchausti	0	0	0	2	0	3
5. David	9	0	1	1	100	1
8. Rafa	2	0	0	0	0	3
10. Enrique
11. Alberto	13	3	2	6	33,33	2
15. Sergio	8	0	2	4	50	3
16. Antonio	8	0	0	3	0	2
24. Arrojo	0	0	0	2	0	1
33. Óscar	9	3	0	0	0	2
Total	56	7	5	18	27,78	18