Picotas vs Kalandrakas

Festín anotador el que se dieron los Picotas la pasada semana a costa de unos mermados Kalandrakas, que a las bajas ya conocidas de jugadores importantes en el interior que militaron otros años de mayor gloria, se les sumó alguna más, haciendo que su fondo de banquillo fuese de una sola persona. Los Picotas por su parte, presentaban la baja una semana más de Inchausti por motivos laborales, la ya habitual de Arrojo por lesión y la presencia de Alberto con una muela menos, en tratamiento con antibióticos y sin haber injerido alimento sólido en dos días.

Tras una deplorable rueda de calentamiento -en la que afortunadamente apenas me vi envuelto- los de azul comenzaron el partido jugando al "tran-tran", con ataques lentos, espesos, lanzando en posiciones complicadas al límite de la posesión o tras no haber realizado ni dos pases. Así llegamos al minuto 8 con empate a seis en el marcador. A la vuelta de un tiempo muerto en el que pareció quedar claro que había que apretar algo más en defensa, el panorama no cambió mucho y al final del cuarto el no-electrónico mostraba un triste 9-6 y los fantasmas tintineando sus cadenas asombrados por los derroteros que estaban tomando los acontecimientos.

En el segundo cuarto los Picotas al fin se pusieron el mono de trabajo y decidieron, más con voluntad que con orden, efectuar una presión a toda la cancha con la finalidad de hacer más complicado el ataque rival y sobre todo, intentar robar algún balón para conseguir canastas fáciles. Al principio, se consiguió el efecto esperado, aunque la falta de costumbre provocaba cierto caos que Kalandrakas no supo aprovechar. Todo cambió en tres minutos de ajustes y la zona press 3-1-1 a todo el campo realmente surtió efecto con creces. Enrique y David se hincharon a meter puntos con canastas fáciles cerca del aro, pero lo verdaderamente reseñable fue el trabajo defensivo de equipo. Con la ayuda de los cinco que había en pista en cada momento, Kalandrakas se vio desarbolado, regaló balones en cada ataque e incurrió en falta de 8 segundos sin traspasar su media cancha.

El parcial fue demoledor: 24-1. Kalandrakas sólo consiguió anotar un tiro libre, ninguna canasta en juego. El marcador al término de la primera parte no dejaba opción a la sorpresa: 33-7.

Pero los Picotas estaban sedientos de más. Todo el equipo se había visto contagiado por la intensidad defensiva y vieron en este partido la posibilidad de resarcirse de dolorosas derrotas anteriores y recuperar un poco de basket average general de cara a posibles empates futuros en la clasificación, y también por el orgullo de ver el balance de puntos a favor y en contra en positivo, algo que solía ser habitual hace unos años y que cada vez resulta más difícil.

A pesar de relajar la presión a toda cancha, los locales fueron capaces de robar algunos balones o bien de darle la salida adecuada después de recoger el rebote propiciando vertiginosos contraataques que dejaron sin fuelle a la defensa Kalandrakil. En esta ocasión los ejecutores fueron principalmente Alberto y Jesús, que corrieron la cancha con eficiencia y tesón, bien secundados por Antonio dentro de la zona cuando tocaba jugar en estático, mas de nuevo habría que destacar la excelente labor de equipo para no permitir tiros cómodos y ver la mejor opción de pase, labor en la cual destacó Dani repartiendo numerosas asistencias, que les hiciera adquirir ventaja. Si en el anterior cuarto fueron 24 los puntos obtenidos, los 25 de éste no se quedaron atrás. 58-18 al final del tercero. Con todo un cuarto aún por disputar, los Picotas ya habían superado la barrera psicológica de los 50. Cabe destacar también que Kalandrakas sacara su orgullo y no le perdiera la cara al partido, a pesar de las dificultades, e intentara mejorar la impresión dada en el segundo cuarto.

Aunque el partido ya estaba sentenciado desde hacía tiempo, aún quedaba por dilucidar si los Picotas serían capaces de superar los 70 puntos, algo que no suele ser frecuente y que mi humilde memoria no es capaz de recordar la última vez que sucedió. Eso sí, la intensidad no fue la misma, lo que permitió un bonito intercambio de canastas. Especialmente activo estuvo Óscar en los primeros compases en la faceta anotadora, bien secundado por Sergio primero y Jesús después. Kalandrakas fue capaz de anotar 15 puntos en este cuarto, casi tantos como en los tres anteriores. En el minuto 10 David Milla anotaba una buena canasta en jugada personal realizando otro hito en este encuentro que pocas veces se da: todos los integrantes habían logrado encestar al menos una canasta en juego.

El marcador final: Picotas 74 - 33 Kalandrakas. Todo un éxito y un cambio de tendencia, pues en anteriores ocasiones, en partidos similares, los Picotas se habrían dejado llevar para no cansarse demasiado provocando un final apretado, incertidumbre y mal sabor de boca al finalizar el encuentro, independientemente del resultado obtenido. Sin embargo esta vez supieron reaccionar a tiempo, dejándose la piel en cada balón y siendo ambiciosos, asemejándose al genuino espíritu Picotil. Otro dato positivo: cuatro jugadores alcanzaron dobles figuras en puntos. Uno negativo: el mal porcentaje de tiros libres, que en esta ocasión se quedó en el 27,27 %

Estadísticas:

JUGADORES	PUNTOS	TRIPLES	TLA	TLI	%TL	FALTAS
1. David Milla	2	0	0	0	0,00	0
2. Dani	4	0	0	0	0,00	1
4. Inchausti
5. David	7	0	1	4	25,00	0
8. Jesús	14	1	1	3	33,33	1
10. Enrique	8	0	0	0	0,00	1
11. Alberto	10	0	0	0	0,00	0
15. Sergio	5	0	1	2	50,00	4
16. Antonio	12	0	0	2	0,00	0
33. Óscar	12	2	0	0	0,00	1
Total	74	3	3	11	27,27	8